Hace ya algún tiempo que, en el Centro Taller de Norte Joven Alcobendas, estábamos observando cómo la incorporación de actividades lúdicas dentro de las clases mejoran el ambiente de clase y favorecen el aprendizaje de los alumnos. Pero ha sido este año, cuando hemos decidido aplicarlo de manera más sistemática en el mayor número de asignaturas posibles. ¿Por qué no aprender cómo colocar un punto en los ejes cartesianos jugando a los barcos o el vocabulario de inglés adivinando mímica?
No hemos encontrado una razón que nos desanime a ello y sí muchas ventajas, que resume muy bien un artículo publicado en la página web “Elige educar” (http://eligeeducar.cl/15-razones-para-implementar-juegos-y-dinamicas-ludicas-en-tu-clase)
Para ilustrar nuestra idea, os dejamos como ejemplo nuestro juego de Ciencias Sociales para estudiar la historia del s.XX:
A parte de intentar hacer la clase dinámica a través de anécdotas y vídeos, estamos preparando el tablero de nuestro juego por el que avanzaremos, cuando esté terminado, con un dado (como en el Juego de la Oca) y habrá que contestar la pregunta de cada casilla para poder continuar avanzando; de lo contrario, el turno pasa al otro equipo.
¿Quién realiza las preguntas? Nuestros chicos y chicas. El último cuarto de hora es su momento: nos dividimos en grupos, que hacen una lista de lo que consideran más importante de la clase, lo transforman en tres o cuatro preguntas con sus respectivas respuestas y lo representan en el tablero.
De esta forma:
– Reflexionan y analizan sobre el tema tratado en clase, logrando llegar a resúmenes muy similares a los que un/una docente habría hecho.
– Favorece el trabajo en equipo y el aprendizaje colaborativo: todos aportan, desde el que tiene facilidad para recordar las fechas, hasta el que se memoriza las anécdotas, pasando por el que dibuja mejor.
– Realizan un aprendizaje activo: si tienen dudas, buscan las respuestas en sus apuntes, incluso amplían la información por Internet (integrando también las TICs).
– El hecho de transformar en imágenes lo estudiado, activa el pensamiento visual, que ayuda a sintetizar contenidos y conceptos.
– Ayudan a aprovechar el tiempo de la clase: el último cuarto de hora de hora es el más complicado por el cansancio acumulado, pero el hecho de que sea una actividad motivadora y activa, les hace estar muy atentos.
– Permite al docente una evaluación del aprendizaje, la observación de las preguntas elegidas por cada grupo nos permite ver si se han entendido los contenidos estudiados.
– Dan una retroalimentación: cada chico/a se da cuenta de si ha entendido bien la clase.
– Nos queda como resultado un resumen del trimestre sobre el que poder estudiar.
– El hecho de que en la última clase antes del examen juguemos sobre el tablero en el que hemos trabajado todo el trimestre les motiva y nos da una oportunidad perfecta para hacer un repaso de todos los contenidos.
¿Se te ocurre alguna otra actividad lúdica para el aula, que favorezca el aprendizaje?