María Berta y Jorge acuden cada semana al catering social del Centro de Norte Joven en Villa de Vallecas. Son una de las familias, en situación de vulnerabilidad que viven en el barrio, beneficiarias de las más de 60 comidas semanales preparadas por los alumnos de este taller de Cocina de la Asociación.
Es un momento delicado para Jorge y María. Su situación roza la desesperación debido a la falta de trabajo y a la frustración de no encontrar oportunidades que les permitan vivir su vida con dignidad, en la ciudad a la que decidieron emigrar para mejorar su situación. Pero ahora, tras cinco meses de recibir el apoyo del catering social de Norte Joven y gracias a la bolsa de empleo de la Asociación, en red con otras entidades, Jorge ha encontrado trabajo.
«A raíz de recibir el apoyo del catering todo cambió. Estábamos muy desesperados, me había planteado incluso volverme a mi país, pero a Jorge le gusta España y yo no me quería ir. Aquí en el Centro de Norte Joven hacen una tarea muy bonita. El catering social ha supuesto mucho para nosotros y también lo de ayudarnos con el empleo. De la comida que nos han dado no sólo hemos comido nosotros, sino que hemos compartido con mi hermana. El apoyo que hemos recibido en Norte Joven ha sido una ayuda diferente, ha sido un empujón muy grande, una ayuda increíble, estamos muy agradecidos, no tengo palabras». Así nos lo cuenta María Berta, entre lágrimas de gratitud y muy emocionada, ahora que su situación ha cambiado permitiéndoles avanzar a la tan deseada normalidad.
Su plaza en el catering social será ocupada por otra familia en situación de vulnerabilidad del entorno de Vallecas (derivadas por Vicaría IV de Caritas), que comenzará a recibir los menús completos, saludables y gratuitos que dos días en semana preparan los alumnos, quienes además de formarse en el oficio, ofrecen solidariamente la comida preparada a las familias.
Para los alumnos en formación, futuros ayudantes de cocina, también supone un cambio en sus vidas participar en este catering social, que les permite poner en práctica lo aprendido en el oficio cocinando para un tercero, que lo necesita. Así nos lo comenta un alumno. “Me llevo muchas cosas. Me ha ayudado a madurar, en poco tiempo te das cuenta de las cosas, ves la vida de otra manera, como algo diferente a lo que creías. Además, todo lo que nos dice Diego, el maestro de Cocina, sobre lo que vas a encontrar fuera es verdad; en un trabajo hay que hacer las cosas como te dicen. Me gusta como es Norte Joven, aquí puedes ver que los chicos vienen de sitios diferentes y a todos se les dan oportunidades. Creo que Norte Joven me ha dado una oportunidad, que me va a permitir tener un mejor trabajo. Estoy agradecido, he abierto los ojos viendo otro mundo. Me ha dado dos años o tres de vida”.