«En mi país no tuve la suerte de estudiar y cuando llegué a España no sabía nada de nada»- así comienza Arthur su testimonio-. «Conocí Norte Joven a través de un primo mío, que había estudiado aquí. Me formé en electricidad y en carpintería en Norte Joven y también he sacado la ESO. Me costó adaptarme, porque tuve que aprender el idioma, no sabía nada de español. Recuerdo que, al principio, pasaba días enteros sin hablar, me animaban a hablar, pero me daba mucha vergüenza. La teoría me resultaba muy difícil, pero la práctica se me daba muy bien y eso me animaba a hacer más cosas y a seguir esforzándome.
Una cosa era segura, no quería perder el tiempo. Dormía en un albergue y había visto lo que había fuera, no podía quejarme. Esto me ha animado a hacer las cosas bien y a aprovechar esta oportunidad, sabía que con la formación de Norte Joven llegaría a ser algo, tendría un futuro.
Gran parte de lo que soy ahora, lo soy gracias a Norte Joven y también a todo el apoyo de mi familia de España. Mi maestro de carpintería me ha enseñado como un padre enseña a su hijo y siempre me ha prestado su apoyo, todos los profesores me han ayudado mucho. Ahora sé que me apasiona la carpintería y sueño con poder tener mi propio taller algún día. Actualmente, estoy trabajando en la ferretería Silos y estoy muy contento, atendiendo al cliente en tienda, como también con trabajos de “manitas” a domicilio, siguiendo todos los protocolos y medidas frente a la pandemia, extremando la limpieza y con una cuidada atención. Las valoraciones que llegan de los clientes son buenas.
Me he dado cuenta de que en casa, en el trabajo, en el centro de formación… siempre hay que tener ganas de aprender y da igual delante de quién estés, hay que saber comportarse, respetar, ser responsable y cuidar el aspecto. Llegué sin saber nada y he conseguido mucho, he cambiado mentalmente mucho y sigo cambiando, ahora ya no soy el chaval que encuentras en la calle y al que preguntas “qué sabes hacer” y no sabe qué responder; ahora puedo contar que sé hacer muchas cosas. Cuando me encuentro a otros jóvenes que no quieren hacer nada o que no tienen metas, les digo “mírame a mí, tú también puedes”. También lo hacía con mis compañeros de taller en su día, les animaba a que aprovechasen la oportunidad de formación. Para mí Norte Joven es “una oportunidad de futuro para los jóvenes”.