En Asociación Norte Joven, dedicamos el 31 de octubre a la formación de voluntariado y profesionales, convencidos de que ésta es la mejor manera de ayudarles en su labor socioeducativa.
Durante la jornada de formación, hablamos de los nuevos proyectos del curso 2019-2020 en la entidad. Y también hubo espacio para la reflexión sobre cómo mejorar la práctica educativa, la intervención y la gestión del aula, para que el alumnado mantenga su motivación hacia el aprendizaje.
Hablamos de aprendizaje cooperativo, de educación inclusiva y Pilar Muñoz Deleito, profesora de Psicología, compartió con nosotros estrategias para la enseñanza, el aprendizaje y cómo inculcar los valores que queremos estén presentes en todas las intervenciones con los jóvenes y adultos a los que atendemos en nuestros centros de formación.
A Camino Cañón, co-fundadora de Norte Joven, le pedimos que compartiera su vivencia, la de alguien que ha estado en la gestación de un proyecto, que no solo sobrevive casi 35 años después, sino que ha crecido y se ha consolidado. “Cuando comenzamos a soñar la entidad, pensamos en lo importante que eran las 3 patas de formación: capacitación para desarrollar las potencialidades que tienen los jóvenes; suficiente formación para trabajar y ganar dinero, formar una familia y vivir con dignidad, tener un proyecto de vida; inserción laboral, inventando el modo para que estas personas tuvieran trabajo. Hemos tenido desde aquel 1985 formación en distintos oficios, algunos ya los cerramos, porque no todo funciona eternamente y eso significa que Norte Joven es un proyecto vivo”.
Echaba la mirada atrás Camino Cañón, co-fundadora de Norte Joven, para evocar recuerdos de aquellos años en la entidad, cómo eran los jóvenes entonces y el impacto social que tenía la labor de la asociación. Ahora que estamos a punto de alcanzar los 35 años, han cambiado las personas a las que atender, pero no la misión ni el espíritu de la entidad, que nació con alma voluntaria.
“La vida es más que biología y más que un hecho cultural- afirmaba Camino Cañón-. Lo que aparenta un joven el primer día que llega a la asociación es solo una apariencia, hay que sembrar, cuidar y dejar que crezca, y ayudarles a sacar lo que hay en su interior, que es, sobre todo, ganas de vivir. Vosotros contribuis a desarrollar la identidad personal de cada joven y el mejor servicio que podéis hacerles es: ayudarles a descubrir sus capacidades, porque todos las tienen; ponedles en contacto con sus propias limitaciones; enseñadles para que aprendan a vivir con otros que son siempre distintos de uno mismo. A esto estáis llamados los voluntarios y las voluntarias de Norte Joven a aportar. Por eso, el tiempo que dediquéis vuestra energía a la formación de los jóvenes, animaos a sacar lo mejor de vosotros mismos. Porque vosotros tenéis la gran oportunidad de contribuir a formar personas, que con su modo de vivir, trabajar y relacionarse pueden cambiar la realidad de este mundo. Felicidades por formar parte de esta gran familia que es Norte Joven y por ofrecer toda vuestra energía a la formación. Habéis hecho una elección, que merece la pena ser vivida”.