La situación de alarma está afectando en mayor medida a personas con menos recursos, acrecentando las desigualdades y agravando la situación económica- ya de partida complicada- de muchos de nuestros beneficiarios.
Educadores, maestros y orientadores mantienen contacto diario- por teléfono, whatsapp, email- con ellos y sus familias. Sobre todo para darles apoyo emocional y detectar cualquier dificultad, pero no sólo emocional, también necesidades más básicas (alimentación, higiene, medicinas, etc.) que pudieran derivarse de esta situación de confinamiento y emergencia.
Ahora la prioridad no es el avance y seguimiento educativo, pero estamos tratando de ayudarles a normalizar su día a día todo lo que podemos. No interrumpir sus procesos formativos, introducir ciertas rutinas y mantener el contacto permanente es fundamental para ello.
Estimular su aprendizaje
«A menudo, en el classroom, compartimos con ellos mensajes de ánimo, frases o citas que les ayuden a levantar el ánimo. Sobre todo, lo hacemos pensando en las dificultades que pueden tener los alumnos en esta situación de encierro, sin horarios, sin actividad- señala Marta, educadora en Centro Norte Joven Fuencarral-. No se trata solo de realizar las actividades educativas. Además, para mejorar y potenciar la capacidad de concentración y que puedan estimular el cerebro y procesar mejor la información así impartida, en Lengua estamos introduciendo los juegos mentales, por ejemplo, que nos facilitan mucho este objetivo».
Apoyo emocional
“A veces sólo hay que explicar un ejercicio de matemáticas o de inglés; en ocasiones, lo único que necesitan es charlar, pero otras nos piden ayuda con alguna dificultad personal- nos cuenta Ana, educadora en el Centro Norte Joven Alcobendas-. Aquellos que tienen dificultades nos piden tutorías individuales que se realizan, si es posible por videoconferencia, sino pues telefónicamente. Todos los días tienen programadas sus tutorías grupales de educación secundaria, a las 11:30h, lo cual les permite crear una rutina, tan necesaria en estos días. Pero más importante que esto, estas tutorías nos ayudan a seguir sintiendo que somos un grupo y sirven de gran apoyo cuando alguno de los alumnos tiene el día un poco más “bajito” o está desanimado”.
Cercanía a pesar de la distancia
«Las vídeo-llamadas grupales están siendo muy positivas. Al menos una vez a la semana mantenemos de esta forma el contacto. Y percibes cómo les ilusiona hablar entre ellos, cómo se involucran en la llamada, cómo están de animados, de participativos y las ganas de interactuar entre ellos. Apenas sientes la distancia, pareciera como si estuvieras en el taller» nos explica Raúl, maestro de sala en Centro Norte Joven Vallecas.